Wall Street, Main Street. Sin brotes verdes para los asalariados

Una vuelta al kiosko digital tras el informe del Banco de España que evalúa los efectos de la reforma laboral impulsada por el actual gobierno (RL, en adelante) sirve para confirmar un hecho: quien narra, sesga. Todos han leído el mismo informe [aquí]. Y cada uno concluye según le viene en gana. Por supuesto, siempre en reforzando las tesis de la línea editorial de cada cual.

Tras la lectura del informe, lo primero es dar un aplauso al Banco de España, en concreto a su Servicio de Estudios, por hacer el trabajo de revisar cuáles son los efectos de la Reforma Laboral de febrero de 2012. Hasta la fecha este trabajo ha de ser uno de aquellos que sirvan de referencia para opinar. Lo segundo, basta leer y extraer frases literales del informe para saber lo que dice acerca de la RL:

  • El análisis comienza señalando de sí mismo que su alcance es limitado en cuanto aq las conclusiones. Y esto es así por una mera razón técnica: ¡ha pasado demasiado poco tiempo para poder juzgar los efectos de la RL! Algunas de las medidas sólo desplegarán sus plenos efectos a mucho más largo plazo. Desconfíen de quien haya extraído conclusiones en apenas 18 meses. Sean ministros o líderes de la oposición o sindicales.
  • Dice el informe que con tan pocos datos distinguir los efectos de la RL del impacto del adverso momento del ciclo que vivimos es difícil.

Los resultados incipientes apuntan a una profundización del proceso de moderación sala­rial tras la aprobación de la reforma de 2012, que podría estar empezando a reflejar una mayor sensibilidad del proceso de determinación salarial a la situación específica de las empresas”.

  • Aunque el tono es muy de paper conviene recalcar de nuevo que en la anterior cita se habla de resultados “incipientes” y de que estos“…podrían estar empezando a reflejar…”. Mucho if para que alguno se vuelva maximalista. O al menos eso me parece a mí. Aun así, éste es el efecto más visible de la RL: moderación salarial adicional.
  • En cuanto a cambios en los sistemas de negociación no se observan aumentos significativos de la descentralización. Es pronto, hay pocos datos.
  • Respecto a las medidas encaminadas a elevar la flexibilidad en la fijación de las condiciones laborales que ofrecía la RL, éstas están siendo aprovechadas por grandes empresas, pero el impacto de las medidas es “menos concluyente” (sic).
  • Y, finalmente, tampoco hay “avances apreciables en las composición de flujos de empleo” (temporalidad). Si acaso, se observa un mayor grado de parcialidad (trabajo a tiempo parcial en sus distintas modalidades).

A pesar de que el informe no termine con conclusiones rotundas o juicios cerrados como resultado del poco tiempo transcurrido desde la puesta en marcha de la RL hay que hacer una loa del mismo pues revisa de forma técnica, objetiva, sus efectos.

En mi opinión, la RL sí está empezando a ser efectiva en su objetivo que era lograr algún grado adicional de flexibilización del mercado laboral. No nos engañemos: la flexibilidad debe entenderse como la capacidad del mercado de adaptar sus condiciones de alcance de los equilibrios fundamentales de forma rápida. Y cuando las condiciones del mercado apuntan a deterioro cíclico agudo (4t11 a 2t13, por ejemplo) esto va en contra del titular del factor trabajo. Quién ofrece el factor trabajo está en desventaja, puesto que éste “abunda”…

Según el análisis de los autores del estudio, excluyendo los factores tradicionales explicativos del proceso de formación salarial (desempleo, inflación y productividad), los resultados sugieren que la moderación salarial es más intensa de lo esperado ¿Es resultado de la RL? Parece que sí. Y creo que de manera más intensa de la que sugiere el propio BdE. En las negociaciones más recientes, los trabajadores han podido contar con varios elementos que les han otorgado bazas en la negociación para conseguir mejores resultados para ellos:

  • La evolución de la renta disponible de los trabajadores, que tras la subida de impuestos directos (y el impacto de los indirectos) podría haberse transformado en una petición de  pass through a los márgenes empresariales y sin embargo ha quedado en una mengua del bolsillo del asalariado.
  • La revisión de los precios administrados (electricidad fundamentalmente, pero también la educación).
  • La reforma en perspectiva de las pensiones (a la baja).

En este sentido, es mi visión, los efectos de la flexibilización del mercado laboral son algo más patentes de lo que sugiere el BdE. Un 27% de desempleados es demasiado y la dinámica y las perspectivas de pérdida del empleo siguen pesando en esta fase de profundización de la moderación salarial.

Y el trade-off que cabría esperar (moderación salarial seguida de dinamismo en la creación de empleo) no se produce. Es de esperar que si la economía responde, es decir si retorna el crecimiento, la flexibilización lograda jugará a favor los procesos de creación de empleo más rápidamente. Pero, de momento esto es una promesa de futuro. En este sentido el cuadro macro del gobierno para la elaboración de los PP GG del Estado de 2014 puede ser toda una pista de hacia dónde vamos:

  • El PIB podría crecer hasta un 0,7% (entre el 0,1% y el 0,2% trimestral)
  • El paro podría descender del 26,6% al 25,9%.
  • El empleo neto podría aumentar en un 0,1%

Estos datos son coherentes con una macro tibia, una recuperación incipiente y un mercado laboral que todavía no arranca. Con lo cual es posible que la dinámica de moderación salarial persista.

Por tanto, y a modo de colofón querido amigo, si eres empleado por cuenta ajena date por fastidiado (iba a decir jodido pero me parecía poco educado). Aún tenemos en contra muchos factores antes de hablar de recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores. 2014 será otro año de estrecheces, si es que vives de tu salario, claro. La mejora macro que tanto anunciamos llega a Wall Street. Main Street, tendrá que esperar.

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